Santiago:
¡Hola, Juan! Qué lindo el Mundial de Clubes. A ver si el Chiqui Tapia se da cuenta de que el modelo nuestro solo sirve para alimentar a los clubes europeos y empieza a cambiar el formato de los torneos locales.
Che, que semanita la post-cannes, ¿no?
Juan:
Lindo torneo, y lindos triunfos de brasileños sobre todo. Pero vamos a Cannes que es nuestro mundial y este año se puso muy, muy picante la semana posterior con varias acusaciones de casos truchos como ganadores. La más llamativa, para mi, fue lo que hizo DM9 que ya no importa si la acción fue real o no, ¡porque el caso es trucho!
Santiago:
Bueno, como dijo Dani Granatta, ya podemos hacer la categoría Mejor Caso de Cannes y ahí mandamos ese de DM9.
No me llama para nada la atención que hayan casos truchos. Todos los festivales —con Cannes a la cabeza— premian todos los años piezas y campañas truchas. Citaba Jorge Martinez hace un par de semanas que una de las primeras noticias de una campaña trucha premiada en Cannes fue de una agencia española en la década del 80. De ahí adelante, no paró de crecer. Sí me llamó la atención la velocidad de algunas agencias para meter IA y deepfake en sus casos para tratar de disimular la truchez. ¡Esa si que no la vi venir!
Juan:
Vos sabés que a mi me tienen las bolas un poco llenas, perdón mi español, los casos truchos y me da bastante bronca por el daño que le hacemos a nuestra propia industria. Nos parece tan importante ganar un oro en Cannes que hacemos cualquier cosa. Pero pongamos que ese cualquier cosa es algo hablado con el cliente y que al menos una pieza salió, ok. Pero de ahí a truchar un caso, hacer un deepfake de algo encima muy fácil de chequear, mentir descaradamente en los datos para poder ganar, ya es una locura. Posiblemente todo el ecosistema acá sea responsable, los clientes por seguir valorando estas cosas, las agencias por no tener un límite y, sobre todo, Cannes que no se pone firme y no transforma su festival en algo más de excelencia.
Santiago:
No se porqué estás con las bolas llenas, Juan. Ni porqué te da bronca. A mi lo que me sorprende es que nos escandalicemos cuando se hace público formal y oficialmente que una pieza es trucha. Porque hay miles de ellas de las que nadie se escandaliza. Hace muy pocos años vimos como le dieron un Grand Prix a una campaña ¡cuyo producto no existía! Y como nadie lo denunció, todos nos hicimos los giles. Me cuesta entender la mecánica de las denuncias: algunos dicen que mayormente se denuncian los casos de agencias latinas (este año se cuestionó una de Países Bajos, pero era de Gut Amsterdam…). ¿Será, como recordó también Jorge Martinez, que el mote de Latin Mafia sigue presente?
Juan:
Lo de las bolas llenas era, además, una cita a una banda que a vos no te gusta: Divididos. Pero lo que me molesta es que hayamos ya dado por sentado que hacer truchos está bien y qué eso se premie también está bien. Lo del caso del producto que no existía creo que lo hablamos en este news, porque además de eso, hubo una denuncia interna sobre que la idea en realidad era de otra persona y no de quién la presentó. Lo mismo que le está pasando a Gut este año. Por supuesto que no deberíamos escandalizarnos cuando sucede sino intentar que se modifique ese comportamiento, o como vos propusiste una vez, que truchos sea una categoría en sí misma donde se premie la creatividad, pero que la publicidad con todos sus temas — anunciante, agencia, presupuesto, medios, etc.— premie a lo que realmente salió. Por eso creo que el principal responsable es Cannes que no hace nada por pre filtrar esos casos, no creo que podamos pedirle mucho a los jurados que están encerrados mil millones de horas viendo mil millones de casos.
Respecto al mundo latino, no lo había pensado así. DM9 entiendo que es la segunda vez que hace esto y ya fue suspendida unos años por lo mismo así que sería un caso, encima, de reincidencia. Pero casos truchos, yo veo de agencias de todo el mundo.
Santiago:
Ya que lo traes a colación, va mi opinión. Los festivales de publicidad premian lo mejor de lo que se hizo. En ese sentido, los truchos no deberían tolerarse. Y en esos casos, no se deberían declarar premios y categorías desiertas (es evidente que siempre hay algo que es “lo mejor”). Al pasar las dos cosas a la vez, estamos siendo inconsistentes. Cuando se declaran categorías y premios desiertos es porque ese festival premia lo bueno y no necesariamente lo mejor. Y, en este último caso, si se premia lo bueno y hay un trucho que está bueno, debería premiarse. Yo creo que deben existir ambos tipos de festivales: el Lápiz de Oro premia lo mejor y el Diente, solo lo bueno. Lo que no entiendo es porque nos escandalizamos cuando hay un trucho. Y ahí se da lo que vos decís que alguna vez dije: hay que blanquear a los truchos –y premiarlos si son buenos.
Juan:
Yo creo que el escándalo, y mi hinchada de bolas, se da porque el trucho no se hace cargo de que es trucho y hace un rulo insólito y mentiroso para decir que no lo es. Si, como decís vos, estamos dispuestos a premiar truchos, hagámoslo, pero también ¡digámoslo! No debería ser un problema porque ahí lo estamos diciendo. También creo que la categoría truchos sería necesaria porque hay mucha injusticia y disparidad entre un caso real que sufrió todos los procesos que ya conocemos versus quién tranquilamente desarrolló una idea sin presupuesto, sin cliente y sin aprobaciones para después armar un caso de algo que no existió nunca. Las buenas ideas deberían ser premiadas, pero están más cerca de ser arte que otra cosa.
Santiago:
¡Para competir en igualdad de condiciones que vayan a los festivales donde solo se premia lo mejor!
Un tema mas: el de los premios es un meganegocio y cuando hay meganegocios pasan estas cosas. Por eso entiendo cuando gente como Wilhelm&Anselmo se enojan con este “circo”: ellos hacen un laburo excelente y para que se lo reconozcan en este tipo de festivales tienen no solo que competir contra los truchos sino gastarse fortunas en inscripciones.
Juan:
Bueno, ya está dicho. Si Wilhelm&Anselmo, que son de lo mejor de la publicidad, no son premiados…
Bien dicho! Gracias!