La Cuarta Mano - S02E47
¡Hola! Esto es La Cuarta Mano, un newsletter sobre novedades y debates de las comunicaciones de marketing o comunicaciones en general. Pero primero, lo primero: nos presentamos.
Soy Santiago Olivera, Generación X, publicitario formado en agencias tradicionales.
Soy Juan Marenco, técnicamente Millennial, publicitario formado en agencias digitales.
Nos conocimos en Twitter hace más de 10 años, luego de revisar American Psycho en clave publicitaria. Ambos somos melómanos, lectores voraces, bosteros y discutidores seriales.
Pueden seguirnos en @santiagolivera y @juan_marenco.
Estamos acá todas las semanas, o cuando pinta, para ser honestos. Si quieren, pueden comentar, elogiar y/o discutir todo lo que sea dicho o escrito. ¡Qué lo disfruten!
Enseñar publicidad.
Juan:
Hola Santi ¿Cómo estás? ¿Todo bien? Che, esta semana fue mi última semana como docente en el año y eso me hizo pensar en la publicidad, la enseñanza y qué estamos dando. Pareciera que, como nuestra profesión, todo eso está en crisis, ¿hablamos de esto?
Santiago:
¡Qué tema! Vos estás muy capacitado para tocarlo; digo, sos profe desde hace mucho. Es cierto lo que decís: hace un par de años, Fabián Maison, director de la carrera de Publicidad de la UADE, convocó a varios profesionales a que lo ayuden a rediseñar el programa de la carrera para actualizarlo y ponerlo acorde a los cambios gigantes que tiene la profesión. Me pareció una muy buena iniciativa.
Juan:
Si, yo soy profe de hace mucho y hace algunos años se armó una mesa de varias cámaras para debatir qué deberíamos estar enseñando y qué tipo de profesionales necesitamos. Después fue la convocatoria de Fabián que, coincido, fue una muy buena iniciativa. Pero lo que me pasó en ambas experiencias es que no nos pusimos de acuerdo: pareciera ser que no estamos pudiendo definir qué es hoy la publicidad, qué va a ser en los próximos 10 años y, por ende, cómo deberíamos estar formándonos.
Santiago:
Algo de eso hay. Tal cual. Ya desde antes de la crisis post internet nos preguntábamos si la publicidad debía ser una licenciatura, un terciario o un posgrado. Si debía enseñarse junto con marketing o junto con comunicación social (Salvador vs UBA por así decirlo). Si 3, 4 o 5 años. Y sobre eso, una disciplina que cambia radicalmente. Todos los días me enfrento con chic@s que me preguntan dónde estudiar publicidad ¡y nosotros sin saber si aconsejarles una casa de estudios o una carrera alternativa! Por suerte, hoy hay muchísimas opciones. Lo que no tiene respuesta aún es qué enseñar, me parece.
Juan:
Claro, pero en esas discusiones entiendo que está el centro del problema: ¿el estudio de publicidad debería ser aprender un oficio y fomentar saberes técnicos? ¿o debería ser una carrera que forme integralmente y que, esencialmente, enseñe a pensar? Yo me inclino por lo segundo más que por lo primero. Al menos en mi experiencia, la mayoría de las personas formadas en carreras universitarias tienen muchas más herramientas que las egresadas de carreras terciarias o en cursos. Pareciera ser que, en vez de complementarse, se tiende a pensar que con una carrera de uno o dos años en redacción o arte es suficiente y eso solo lleva a juniorizar la profesión. Yo creo que la publicidad no debería estar pensando todo el tiempo en cambiar contenidos en base a tendencias sino más en entender sus fundamentos y después adaptar según pasan los años.
Santiago:
Voy en la misma linea, especialmente teniendo en cuenta que los primeros años trabajando en publicidad son los que se usan para aprender el oficio. Ahora, si tanto vos como yo estamos de acuerdo en eso: ¿por qué hay tanta ofertas de enseñanza de cursos, talleres, terciarios menores, educación continua, etc. dirigidos a egresados secundarios? ¿No deberían estar enfocados solamente en profesionales que quieren aprender nuevos conocimientos?
Juan:
Si, deberían estar enfocados a eso, pero también es cierto que es muy atractivo para chicos de 18 años, que no saben que estudiar y que ven las carreras universitarias como viejas, que atrasan y que los van a obligar a estar demasiados años aprendiendo algo que no tiene una funcionalidad real. Hay una obsesión por el hacer concreto que lo único que genera es aprendizaje de oficios y no la posibilidad de profundizar. La búsqueda permanente de especialistas no ayuda a esa tendencia y es muy difícil de transmitir a alguien que acaba de terminar el secundario que encerrarse a estudiar 5 años para “aprender a pensar” es una gran idea. Pero estoy convencido que lo es, e insisto, se nota mucho la diferencia después.
Santiago:
Escuchándote quizás haya que pensar esta época como de transición y -sabiendo que la disciplina está en pleno cambio- enfocarse en muchos cursos antes que en una carrera de 4 o 5 años estudiando algo que por ahí, al terminarla, no existe mas.
Dicho esto: esos cursos, posgrados, etc.: ¿son serios? ¿Valen la pena? Entrás a LinkedIn y encontrás a miles de gurús ofreciéndote sus servicios para capacitarte en esto o aquello. Vos que está en el meollo, ¿cómo lo ves?
Juan:
La publicidad, como la comunicación, es una disciplina que tiene muchos pilares que creo que siguen siendo valiosos y que no están atados a modas así que sigo siendo de la idea de una carrera universitaria que pueda canalizarlos y salir con ese bagaje, de ahí en más (o en paralelo) aparecen las formaciones técnicas: redacción, arte, medios, planning, Facebook, Google, influencers, etc. Y sobre eso, como decís vos, hay muchísima oferta donde, por supuesto, hay de todo: cosas que valen la pena y cosas que no. Si vas a plataformas como Platzi o Coursera vas a ver 100 cursos sobre los mismos temas, por ejemplo. Yo creo que hay que mirar las fuentes y quiénes están detrás, es decir, puede haber intelectuales en las universidades que se dediquen a estudiar y no necesariamente tengan un hacer concreto en la publicidad, pero no en esos cursos: esos tienen que ser dados por personas que hacen todos los días.
Santiago:
Pareciera que hay lugar para todos. A mi me pasa en la agencia que hay mucha mas avidez de los nuevos profesionales sobre capacitación de la que yo tuve cuando empecé. Podría decir sin temor a equivocarme que mi generación, y muchas mas, no valorábamos en absoluto la capacitación. Cosa que es lo opuesto en los profesionales menores de 30, que la piden a gritos. Por ahí el tema es que todo cambia demasiado rápido y esos jóvenes sienten que no están lo suficientemente preparados para progresar. En ese sentido, esos profesionales que dan estos nuevos cursos, aún con mucha experiencia y nombre, ¿están ellos mismos actualizados, formados, capacitados? Te voy a ser honesto: tengo el síndrome del impostor.
Juan:
Coincido con la avidez de capacitación y una gran diferencia con lo que pasaba hace unos años, pero me parece lógico: el mundo está cambiando a una velocidad inédita y hay una sensación permanente de “quedarse afuera”. Pero esa formación permanente es mucho mejor aprovechada cuando la formación base es buena, si tenemos las capacidades suficientes para explotarla, para interactuar con otras disciplinas, etc. Si vos tenés síndrome del impostor, yo no sé qué decirte, ¡ni siquiera estudié publicidad! Pero en mi carrera, Licenciatura en Sistemas, aprendí a resolver problemas. ¿Cinco años estudiando para tan solo aprender a resolver problemas? Sí, creo que la cantidad de herramientas que aprendí en pos de solucionar problemas, en este caso, de comunicación, son enormes y me hacen mucho más fácil cualquier tipo de capacitación post que haya encarado. No me di cuenta y escribí mucho, creo que da para una versión 2 de esto, ¿no?
Santiago:
¡El público te lo reclama!
Hasta la semana que viene, o cuando pinte. ¡Nos vemos!
Y si quieren leer las ediciones anteriores, pueden hacerlo acá.