Santiago:
¡Hola, Juan! Qué decirte de Boca, ¿no? Un subibaja de emociones como mínimo. En los últimos partidos, además de sufrir y disfrutar al mismo tiempo, me llamó la atención la cantidad de publicidad de casas de apuestas online que auspician, promocionan, publicitan y chivean en y al fútbol. Y me dije que no podíamos no tocar este tema en La Cuarta Mano. ¿Qué decís?
Juan:
¡Hola, Santi! Rarísimo Boca, no sé qué decir, me parece que hace falta que algunos se vayan y aprender a defender. El resto va.
Respecto al tema apuestas, me parece que no lo podemos obviar, es un tema picante y atacado por varios lugares que requiere de nuestro análisis profundo (?). No, posta, sí. Vamos.
Santiago:
Es impresionante el volumen publicitario de esa industria. Algo que no habíamos visto nunca. Creo que tanto los equipos como la liga y los medios están recibiendo una inversión deforme. Justo la semana pasada estuve con una amiga tuya (influencer ella) que me contó que la habían contactado para auspiciarla… ¡y eso que se dedica a la moda! Me parece que, a priori, ese aluvión de dinero hace que ciertas barreras éticas y morales -¿quizás legales?- se desdibujen.
Juan:
No se si no lo habíamos visto nunca: en los 80-90 los cigarrillos estaban en todos lados, en el deporte, en los medios, con las celebridades, me parece propio de una industria que sabe que la van a regular y que está tirando sus tiros en la previa. Sí me parece llamativo la incidencia en el fútbol: camisetas, torneos, ¿estadios? Los clubes se están transformando en juego-dependientes y esto puede ser un problema enorme a corto plazo. Pero el principal tema, creo, es que no hay regulación, justamente.
Santiago:
¿Vos decís que hubo marcas de cigarrillos en las camisetas? Dios mio… Es interesante que menciones a esa industria, ¿fue casualidad? ¿O estás equiparando al juego y las apuestas online al tabaco? A priori, y según muchos especialistas, deberíamos. Porque la ludopatía es una adicción, y en ese sentido definitivamente debería regularse no solo la actividad sino también la comunicación.
Juan:
Marlboro auspiciaba Chapaleufú en el Polo, Ferrari en F1 y ya no me acuerdo qué más. Puedo comparar cigarrillos con juego porque ambas pueden producir adicción (bueno, el alcohol también). Y coincido que debería regularse como se reguló la de cigarrillos no hace tanto tiempo, pero me parece que trae un problema grande: parte de los ingresos de los estados está asociado al juego. Las loterías provinciales y los casinos llevan mucha caja a los estados y dudo que quieran perderla. Dicho esto, hay ciertas regulaciones que deberían implementarse y ayudarían mucho: datos biométricos y DNI para sumarse a las plataformas, por ejemplo.
Santiago:
Tanto cigarrillos como alcohol tienen tantos impuestos encima que el fisco nunca los prohibiría. Me parece que con el juego debería ser igual. Sin embargo, me llama la atención que, siendo una actividad que puede generar adicción y que, de no generarla, también puede provocar muchos perjuicios en los usuarios, no nos planteemos cómo manejar su comunicación. En especial en estos últimos años donde los argentinos decidimos revisar, por ejemplo, la publicidad orientada a niños (a partir de los productos con octógonos). El debate de qué y cómo comunicar bebidas alcohólicas fue dado, el de tabaco, también. Yo creo, sin ninguna duda, que la publicidad y promoción de apuestas online tiene que ser regulada. Cuando fue lo del tabaco fui muy crítico con la regulación. Pero luego de un gran debate, cambié mi opinión.
Juan:
Cuando quieras hablamos de los octógonos, es un tema que me vuelve loco también. Coincido con la necesidad de regular la comunicación de las casas de apuestas, sin lugar a dudas hay que hacerlo como con cualquier industria que pueda provocar algún tipo de adicción. Pero, como decías al principio, pareciera que hoy estamos más preocupados por la comunicación que por la propia disciplina. Digo, deberíamos regular a quién le impacta la comunicación (quizás si debería existir), pero también deberíamos regular quién puede consumir esos servicios. Tengo entendido que un menor no puede entrar a un casino, ¿por qué puede jugar en una app de apuestas entonces?
Santiago:
Sí, puede ser que haya que regular el uso. Escapa un poco a mi alcance y conocimiento, pero, sí. Igual que con el alcohol y el tabaco, que no puede ser vendido a menores, por ejemplo.
Sin embargo, a mi me preocupa la comunicación porque… ¡la publicidad funciona! Y si publicitamos estos servicios, la gente los va a consumir más. Mientras tanto, porque esto va muy lento, también me preocupa la parte ética. Sabemos que no están haciendo nada ilegal, pero, ¿está éticamente bien comunicar estos servicios? ¿Llevarlos en las camisetas? Y los influencers, con todo su poder de –como dicen ustedes en su libro– “la fuerza suave de la influencia” ¿no deberían pensar dos veces antes de comunicar estas marcas? Me parece que sí. De hecho, influencers que me caen bien me defraudan un poco cuando veo que se dejaron tentar por los miles o millones del juego online.
Juan:
Acá yo tengo un dilema, quizás porque también tuve en esa encrucijada con varios productos que podían entrar en la disyuntiva, incluyendo algunos de apuestas, y es: ¿somos las agencias, los clubes o los influencers los que tenemos que tener el dilema ético y trabajar o no trabajar con ciertos productos y servicios? ¿O mientras estemos bajo la ley estamos bien? Bueno, yo no tengo respuesta a eso, pero me parece cortar por lo más fino. Por supuesto que si un influencer o una agencia decide no aceptar publicidad de una empresa, lo hará otro y todo seguirá igual. Es más, posiblemente existan (bah, te confirmo que existen) influencers que no aceptan este tipo de marcas, pero tampoco hacen ruido con eso entonces no nos enteramos. Yo no tengo una respuesta a mis propias preguntas, sí me cuestan mucho las publicidades que incentivan la apuesta del estilo “tal paga tanto” vs. las de branding.
Santiago:
Lo dicho: no, no es ilegal. Por eso para mí, por ahora, todo gira en torno a la ética.
Veo que no nos vamos a poner de acuerdo, así que vamos por una segunda parte. Que será en formato podcast. ¿Dale?